martes, 31 de mayo de 2016
Bojacá fé y tradición.
Se recomienda escuchar el audio durante la lectura.
En medio de la sabana cundiboyacense hay un pueblo que remite toda la tradición católica a un espacio íntimo y muy concurrido, un clima sabanero, y la tradición de una iglesia arquitectónicamente acogedora, además de ser un destino típico de domingo para los bogotanos, el comercio crece y los paisajes abundan.
Carros, casas y familias enteras son bendecidas por la señora de la salud que recibe cientos de feligreses buscando paz, tradición e impulsados por la fé.
El momento de la bendición de los objetos, imágenes, y elementos que simbolizan la religión de las personas, la iglesia se llena de lado a lado, no cabe un alma, todos pretenden irse con la bendición, el canto estremece cada hora las paredes del recinto.
En este lugar no se vive de la iglesia pero se saca provecho de los turistas que la visitan, una gran cantidad, de hecho la mayoría de las personas, terminan o inician el plan con la visita a la plaza de mercado o sitios aledaños con comida, gallina, mondongo, jugo de caña, cuajada, y fritanga.
Galería.
Bojacá no tiene piscinas, es pequeño y frío en las noches, tampoco tiene atractivos naturales, pero la gente es fiel y se siente viva al asistir a la iglesia.
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